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¿Cómo elegir tu especialización en seguridad privada?

Elegir la especialización en seguridad privada es uno de los quebraderos de cabeza de nuestros alumnos.

“Quiero ser escolta”, o “lo que de verdad me gustaría es trabajar en un furgón blindado en transporte de valores”, son declaraciones al uso entre  nuestros estudiantes de Seguridad Privada.  Pero ocurre en la mayoría de los casos, que la representación mental que se tiene sobre una especialización no corresponde con la realidad.

Realidad vs. ficción

La imagen que se tiene de muchas de las especializaciones son las que encontramos en películas o libros. Estas imágenes han sido tergiversadas con el objetivo de hacerlas más sugerentes y atractivas.

Cuando en Formación CETS un profesor le dice a un alumno que en el cuadrante de horarios de un “escolta privado” pueden aparecer muchos días que su horario está definido por una horquilla de tiempo, el alumno empieza e entender que los escoltas no tienen una hora fija de salida. El servicio se prolongará hasta que el VIP deje de necesitarle esa jornada. También suelen extrañarse cuando se les indica que deberán tener permanentemente preparada una maleta para viajar de forma imprevista. Tendrá que acompañar al ejecutivo a París, a NY o a cualquier parte del mundo.

Igualmente, nuestros estudiantes del curso de Certificado de profesionalidad en seguridad privada se sorprenden cuando les trasmitimos qué es lo que más se valora para trabajar en un «blindado»(especialidad de transportes especiales). Las empresas lo que más valoran es ser leal, haber demostrado fidelidad acérrima y honradez en servicios pasados, o tener responsabilidades familiares. Ellos siempre creen que tener un físico imponente, ser experto en defensa personal policial o en tiro, es imprescindible para esta especialidad.

Trabajar con «blindados» exige el cumplimiento estricto de la reglamentación, no bajar la guardia durante el servicio y la repetición de protocolos.

Entonces, ¿cómo elegir especialización en seguridad privada?

Quizá como en casi cualquier ámbito laboral, lo esencial sea empezar  conociendo desde dentro servicios de distinta índole. Trabajar siempre bien e ir dirigiéndose hacia aquello que nos guste más y se adapte a nuestras capacidades, es lo más acertado.

En Coaching se dice si en el momento en el que tu trabajo te gusta, disfrutas y te motiva, dejará de ser un trabajo. Cada servicio o destino aporta unas cosas y si bien en un Hospital un vigilante de seguridad se puede sentir a gusto, otro deseará algo con más acción tipo Metro o Renfe. Otros duchos en idiomas les complacerá un hotel internacional, un aeropuerto. A otros les gustará más un servicio nocturno, o apartado, en el que tengan poca interacción con otras personas.

Siempre hay que tener en cuenta lo que uno es, lo que uno puede aportar a un trabajo y viceversa. De cualquier otro forma puede resultar arriesgado y contraproducente, incluso frustrante, al no verse cumplidas expectativas.

Existen varias especializaciones, pero el porqué de elegir una y no otra, debe ser algo meditado y basado en experiencias lo más directas posibles y reales.

Escrito por Carolina Simón, Coordinadora General de Formación.